Malvasia

 

http://www.esteticamagazine.es/2023/09/04/heroes-de-pedro-j-munoz-para-urbiola/

http://www.publica.site/2023/09/05/heroes-de-pedro-j-munoz-para-urbiola

http://www.gallery-hair.com/gallerydetail.php?numerofoto=10566&numero=1646

 

 

Tengo una relación cercana con el vino. Desde siempre hemos estado enfrascados con la vendimia y todos sus aditamentos; y además, el olor y humedad de una bodega antigua me resultan acogedores e inseparables. Todavía siendo un «lechal» descubrí por casualidad que en aquellas barricas enormes había un veneno que producía sueño y un fuerte dolor de cabeza; una cierta desconexión de la realidad, que a mi madre no le gustaba ni un pelo. Pero ya por aquel entonces, aunque sabía muy poco de China, ya comencé a imitar simplemente por curiosidad, por desconocimiento, quizás simplemente por juego. Un día, me escondí en la bodega y me afané a probar los caldos; sobre todo uno que habitaba en una barrica de juguete, y pensé que allí habría chocolate o zumo recién exprimido. Por el color pensé que era una barrica enana llena de «Clipper » de fresa, pero estaba meridiano que no era así.

Ese día, sentí los efectos del azúcar evolucionado, y era una sensación extraña; una ligereza ajena a la gravedad, cierta inmunidad al dolor y un desconocimiento profundo que me exigía llamar a gritos a mi madre. No recuerdo si lloré pero me refugié en sus brazos y me dormí. Entre sueños oía voces y risas, que estoy seguro que hablaban y se reían de mi.

Hace unos días, entre las ruinas que queda de la bodega de mi padre, mi hermano y yo rescatamos una barrica que lleva mas de treinta años abandonada a pleno cielo. Víctima de las inclemencias del tiempo y de la humedad salvaje que visita aquellos lares; todavía resistía sin inmutarse. Y ahora así, recobrará una identidad nueva, será restaurada y se convertirá en un pequeño símbolo que rememorará esa vieja bodega de casa de mis abuelos. Y también recordará todo ese empeño incansable que regalaba mi padre a todos y a cada uno de nosotros, en un formato «raw» ilimitado. Resistirá cien años más, en la zona de catas mucho mas pulcra  de la nueva bodega. Y servirá para acoger a nuevos invitados, quizás con risas y miradas que hablen otros idiomas, y que vistan pieles de colores, con hermosos hábitos; en un mundo aún por descubrir.

¡Bueno!  Toda esta retahíla viene en cierta medida me he dado cuenta ( bueno ya lo sabía), de que las fotografías, sufren una evolución muy parecida al vino. Puede ser para mejor, o simplemente para peor, pero  también pueden permanecen inertes por los siglos. Teniendo muy presente de que no hablo de un trabajo artístico o personal, creo que aunque sean trabajos comerciales o de registro o archivo; estoy seguro de a veces esta evolución permite crear nuevas oportunidades. Y me alegra  ver como algunos trabajos pueden ser rescatados para un nuevo proyecto.