10 May ˝Yo me lo guiso yo me lo como˝ El Perfume
¡Estoy completamente seguro que este no es el lugar idóneo para este perfume! Si lo tuviera que fotografiar para un encargo lo situaría entre plantas y flores que vayan desde el anaranjado, hasta el magenta y lila. Y desde una posición elevada entraría un haz de luz simulando las primeras luces de la mañana; caería sobre las hojas y las flores húmedas, e iluminando el frasco casi con un contraluz muy débil.
Marta me comenta que estos perfumes japoneses son armoniosos, etéreos y engañosamente simples. ¡Me gusta esta expresión!
Esta mañana he ido a pasear con Markle, he aprovechado para pasar por el supermercado y comprar el desayuno. Me he decidido por la artillería pesada: donuts de colores sospechosos y excéntricos. Y unas galletas de barquillo que me recuerdan desde la distancia a mis queridas galletas de barquillo rosa que devoraba cuando era un niño.
Quizás tengamos impresos sobre la piel algunos códigos, algún teorema matemático, … que a espera de cualquier cambio inapreciable de la luz, del clima o del peso del aire, aflora. O quizás también, por cualquier variación del ph de nuestro sudor, o de ritmo de nuestra respiración.
Lo pude entrever esta mañana: cuando Nayra encontró a «Pajarito», un juguete que cuando le hablas, él lo graba y lo reproduce con un sonido agudo y estridente. Y ese sonido, que repetía incesante. Fue mi detonador particular ¿Cuándo ocurrió? Y lo peor es que me ha pasado desapercibido. ¿Esa voz? Esa entonación… esa musicalidad? ¿Dónde la había oído antes?
Busqué ávidamente e instintivamente fui encontrando el rastro de ese soniquete que durante años me ha acompañado¡Por fin lo encontré! Entre los videos de mi móvil antiguo, allí se encontraba, mi niña Nayra con apenas tres años. Gritaba y reía exigente y feliz ¡Potato, potato! Inconsciente y absorto, sonreí. Ella sigue ahí, regordeta, mofletuda y aún perdura su risa contagiosa.
Solo entonces, es cuando se desata a borbotones y de manera desordenada todo aquello que guardamos escondido en cada celda de la memoria. Lo explicable y lo que no lo es, fluyen liberados, contagiándonos. Podemos sentir que ahora hemos superado ampliamente el 10% de utilización del nuestro ordenador central. Ahora vamos descifrando que nuestra existencia y nuestra finalidad son engañosamente simples.